Ocurre que un hombre hizo un video solo para atacar a una mujer porque hace bromas sobre el hombre que idealiza para marido y porque trabaja haciendo videos de YouTube, siendo influencer.
En nuestros países de Iberoamérica todavía con algunas concepciones primitivas, no se cree que sea un trabajo hacer videos de YouTube, escribir, enseñar algo en Internet, hacer una foto, un dibujo, etc. hacer un estudio sobre un tema, etc. Se cree que es como tirarse a la computadora y estar de ocioso.
Por eso digo que más que misógino el hombre que ataca a ésta mujer y que técnicamente se dedica a lo mismo, hacer videos, revive esos prejuicios.
Ni les pasa por la cabeza que en esto también se gana dinero.
El hombre más que misógino desprecia cual si fuera un marxista el trabajo intelectual y pone como en un altar el trabajo rural de campo, que a lo mejor en un futuro hacen maquinas, o podría hacerse con hidroponía en un sitio más controlado y limpio e incluso en medio de la ciudad, desprecia tristemente lo que se puede hacer en redes sociales, y elogia el trabajo de campo como si estuviera totalmente enemistados los dos.
Pocos lo saben, pero yo estoy en ambos terrenos, íntimamente conectado con el campo y trabajos en oficina y escritorio, y redes sociales y ello me mantiene sano y feliz. Yo también se preparar mi propia comida, y no me atrevería a descalificar al hombre que por su trabajo compra comida hecha, eso es simplemente otra forma de vida.
No voy a decir que el hombre que no sepa hacer las cosas que yo hago será un inútil, porque yo que igualmente hay hombres que saben hacer otras cosas para las que o no tengo la paciencia o no se como se hacen, y eso es lo bueno de vivir en sociedad, que cada quien puede hacer un trabajo útil para los demás y recibe un pago justo y nos ahorra fatigas.
A mi francamente no me asombra que tenga tantos seguidores el tipo del video, porque mucha gente solo quiere odiar, y hay un prejuicio últimamente como que todo lo del pasado era mejor, y no es verdad.