Personas prendieron fuego en tres lugares distinto de la catedral, y se sospecha entre los izquierdistas, feministas o islamistas. Se destruyo uno de los órganos más antiguos de Europa, uno que se había preservado desde antes de la Revolución Francesa.
El hecho es que alguien busca descaradamente destruir la historia, la conciencia cultural, no solo de Francia sino de Europa y de todo Occidente. Occidente está siendo invadido por un extremismo terrible.