¿Cómo se hace periodismo feminista? Una realidad aterradora


¿Cómo hacer periodismo feminista? Periodismo sesgado, periodismo que no es periodismo, periodismo políticamente correcto, periodismo de ficción, periodismo a modo. Nos van a enseñar como se hace.  Se acabó el misterio de lo que hacen en las salas de redacción del periódico El País de Grupo PRISA.



Desde España Libertad Y Lo Que Surja - periodismo feminista es tan "simple", (que se tiene que aprender) y tan "poco propagandístico", que se tiene que practicar para poder escribir mentiras políticamente correctas.



¿Cómo hacer periodismo con "diferentes perspectivas"? ¿Pero donde quedó la objetividad? La objetividad no importa, lo importante es sesgar la información, despreciar los acontecimientos de interes social y centrar todo en los berrinches feministas.



El periodismo feminista sirve para ocultar que la hegemonía dominante cultural la posee la EXTREMA IZQUIERDA, y como parte de esa dominación cultural y propagandística esta repetir incesantemente que la hegemonía no la tienen, desde la hegemonía de poder decirlo en los grandes megáfonos de propaganda política 24 horas, y decir la mentira que la hegemonía se halla en otra parte, entre quienes exige el sistema que sea señalado como el opresor que debe ser destruido por las minorías oprimidas conforme al credo marxista. 



Las perspectivas no son objetivas, son apariencias de la realidad, narraciones distintas, que pueden ser totalmente discordantes con la realidad, o lo que es peor tienen que ser obligatoriamente discordantes con la realidad, una realidad que el credo totalitario y autoritario del feminismo no puede soportar. Eso contrario a lo que dice la señora, no es periodismo objetivo, y se aleja mucho de la objetividad, que es presentar los hechos sin los matices de perspectivas o prejuicios sesgados de mujeres frustradas y resentidas sexualmente.



Naturalizar que el contribuyente tenga dinero y ella que no trabaja no, por eso es necesario una reducación, que es hacer propaganda feminista.



Lo que vemos es que si hay una hegemonía al punto de denunciar una dictadura feminista y LGTBI porque lo vimos en que todas las empresas y entidades de gobierno usaron la bandera del arcoiris o pusieron sus logos de color morado y verde para promover el credo asesino feminista, lo vemos que la hegemonía está en el feminismo y en la extrema izquierda, que es el mismo discurso de las multinacionales, de los medios dominantes de comunicación entre otros. Eso lo vemos y lo tenemos claro, y si la señora pretende decir que dedicarse sistemáticamente a negar esa realidad viene a ser periodismo, lo que si podemos concluir es que periodismo no es, pero vaya que si es feminismo, una ideología que le declara la guerra a la realidad, y que consiste en QUEJARSE O USAR EL VÍCTIMISMO para acusar a todo de machista, paternalista, u opresor.



Entonces no es hacer periodismo. No es que te enseñe nuevos métodos de investigación, no es que te enseñe que clase de ética profesional debe de seguirse, cuales son las fuentes de información confiables para hacer una investigación periodística, no es que te enseñen a discernir y verificar hechos, ni a como contrastar la información o como redactar, nada de eso enseña.



Solo ofrece una serie de cursos de adoctrinamiento político para tener una narrativa compleja, feminista sin duda, que enturbie la realidad, y cuyo discurso se dedica a distorsionar la realidad reportada. Y con la agravante de que se pretende que algún día los que se ostenten falsamente como periodistas, por haber cursado el adoctrinamiento en las universidades salga de esas instituciones directamente a hablar con su propio código racista a su modo, a los grandes megáfonos de los medios de comunicación.






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