La dictadura de Alberto Fernández sigue en Argentina políticas similares a las del dictador López Obrador en México, pretende destruir proyectos que son rentables económicamente para el campo de Argentina.
Se denuncia que hay ataques contra las silobolsas y atentan contra la seguridad alimentaria.
Las silobolsas permiten una producción de productos agricolas sin los riesgos y costos que trae la producción a cielo abierto. Todo ataque a estos centros de producción modernos es prácticamente suicida.
Ésto no lamenta no tenerlo Lula, no lamenta no tenerlo López Obrador, no lamenta tenerlo, Maduro.
Presuntamente el Ministro de Agricultura, Luis Bsterra dijo: "Estamos preocupados y ocupados por los hechos de vandalismo que están sucediendo en el campo argentino; no queremos que esto termine destruyendo el esfuerzo de nuestros productores, coartando el acceso al alimento para nuestra población y que impida el ingreso de divisas a nuestra economía. Estamos haciendo una tarea organizada en contra del delito. Ahí nos van a encontrar siempre, a todos los argentinos unidos", fin de cita.
No obstante, el gobierno no parece estár muy interesado en la supervivencia del campo argentino, sino en su contra.
Muy recientemente Alberto Fernández ha iniciado una campaña de terror chavista con una serie de políticas ESTATALISTAS, amenazando con expropiar la principal empresa productora de alimentos de Argentina, Vicentin.
Hay quienes creen que el golpeteo político es para hacer quebrar Vicentin y que otras corporaciones y empresarios corruptos para los que trabajaria Fernández están buscando comprarla a bajo costo.