Durante la farsa de pandemia, hemos visto cosas extrañas.
Como 6 o 7 policías tratando de desalojar de la playa a un solo hombre con violencia. Demostrando que se trata de joder a las personas y no de salud, porque un hombre solo en la playa, no cuadra ni siquiera con su anti-científica teoría del contagio.
También hemos visto abusos de VIOLENCIA POLICIAL deteniendo a personas sin tapabocas para encerrarlos en una celda con muchas personas sin tapabocas.
Hemos visto a los cerdos de azul, (discúlpenme los policías pero la obesidad de muchos es innegable), metiéndose a una casa, donde algún enfermo sin vida propia les dijo que habría una fiesta clandestina, y resultaron ser tres personas reunidas a platicar, para tal "operativo" de VIOLENCIA POLICIAL se congregaron más de 24 policías, en un pequeño espacio reducido, cerrado, y sometieron a las personas sin respetar la supuesta "Sana distancia". Tomando a las personas por el cuello para casi asfixiarlas.
También se ha visto tontearías, como que a un hombre sin tapabocas se le permite estar en la entrada de una tienda o Iglesia, pero dos pasos más todos se asustan. ¿Pues no se suponía que los que portan el tapabocas se protegían? ¿Cómo podría una protección entrecomillas tan eficiente perderse por una sola persona que no actúa como un enfermo paranoico? Simples absurdos que atentan contra toda lógica.
Pues bien, ahora se vio que en un servicio de comida rápida se le negó a un hombre comprar pollo frito.
Lo que finalmente motivó que el hombre regresara robar un Roscoe's House of Chicken and Waffles en California. El individuo llegó a la parte trasera del restaurante de Pasadena, exigió pollo y waffles, luego huyó del lugar, dijeron la policía y los funcionarios de la tienda para el canal de telebasura sionista ABC Channel 7, que dramatizó el asunto como una telenovela, agregando que todavía está prófugo, obviamente éstos no saben nada de Derechos Humanos ni Leyes.
Finalmente el hombre comió su pollo, y nadie murió infectado de algo en el proceso.
Lo cual demuestra nuestra teoría, sobre que ésta farsa de pandemia durara hasta que el pueblo se revele contra éste absurdo criminal.
La policía y los funcionarios del restaurante dicen que cuando el sospechoso entró por primera vez al restaurante para pedir, lo rechazaron porque no llevaba una máscara y le dijeron que podía regresar si usaba una. En cambio, apareció en la parte trasera del restaurante con una pistola. Al principio, el personal del restaurante estaba confundido en cuanto a lo que quería porque las cajas registradoras estaban al frente.
Parece ser que en estricto sentido el hombre no robó nada. Porque él iba a comprar pollo, no lo pidió regalado.
Después los empleados tomaron una actitud ridícula, histérica, exagerada y grosera, es decir "mamona" o una "payasada" como se dice en México, y no le querían vender pollo por motivos de discriminación por no portar un inútil tapabocas.
Entonces el regreso con una pistola y los obligó amablemente a entregarle el pollo. Una venganza por la ofensa.
Una vez que le dijo al cocinero que pusiera la comida en una bolsa, la gerente Ángela Prieto dijo : “El cocinero miró y él, el cocinero no se movió, entonces el tipo volvió a la cocina con la pistola. Luego salió con comida y se fue...”.
Que impactante contraste entre lo que hay, y lo que no hay. Pensemos por un momento, el hombre quería COMPRAR pollo, se lo niegan por no tener un inútil e inservible, así como nocivo tapabocas. Pero regresa con una pistola y se lo dan. Es difícil desentrañar el bien y el mal a simple vista. La maldad humana es de los empleados, que ejecutan ordenes de manera irracional.
¿Será a caso que "En el pedir está el dar, y en el dar el recibir"? ¿O será también válido que ante posiciones insensatas, irracionales y extremistas, es necesario llegar a esto?
Se sabe bien que el "yo solo seguía ordenes" no libra a nadie de su culpa.
Prieto agregó que el hombre no tomó dinero en efectivo, pero "pollo y antes de salir por la puerta tomó almíbar para su pollo".
Nadie resultó herido en el momento del incidente.
Sin embargo, la gerente dijo que los miembros de su personal, especialmente la cajera, estaban asustados.
¿Quién se asustó? La cajera, pues entonces es su culpa. ¿Para que se asusta? No tenia porque asustarse. ¿A caso el hombre le dijo asústate? La gente se la vive culpabilizando a los demás de muchas de sus deficiencias. Porque nada de esto habría pasado si desde el principio le hubieran vendido el pollo.
“Estaba muy, muy asustada. Y cuando hablé con ella por primera vez estaba básicamente histérica, pero después de un tiempo se calmó y se echó a reír porque se dio cuenta de que lo único que hizo fue tomar un poco de pollo ”, explicó Prieto.
Todo parece indicar que ésta farsa de pandemia ha puesto el mundo al revés. Es decir. Negarle el alimento a un ser humano, ¿No es acaso un crimen? Creo firmemente que los empleados del restaurante en un mundo justo estarían ahora detenidos, haciendo trabajo comunitario o tendrían que pagar una multa por DISCRIMINACIÓN.
Aquí de hecho no hay ningún delito que perseguir tratándose del hombre que fue a por el pollo, éste fue un robo de famélico (robo de alimentos por necesidad).
Las personas del lugar son unos criminales por negarle el alimento a éste pobre hombre.
Todo por sus prejuicios, complejos discriminatorios, persecutorios del absurdo tapabocas. Un tapabocas cuyo uso es anticientífico, ofensivo, patológico.
Es verdaderamente imperdonable lo que están haciendo en muchas tiendas y establecimientos, es realmente criminal.
Negarle el alimento a un ser humano, es increíble. Y después dicen los estúpidos: "Es por salud, es por salud". ¿Por salud buscas matar a un hombre de hambre? ¿En serio?
¿En serio van a matarnos a todos de hambre por no portar un tapabocas?
Pues tendrán que protegerse mejor, porque no creo que millones de personas que se dan cuenta rápidamente que todo esto es una farsa, acepten de buena gana morir de hambre por sus prejuicios discriminatorios para exigir el uso de un tapabocas.
Salud, salud, salud, ¿Qué saben ustedes de salud? Nada, enfermos.