Probablemente en éste parte de la Biblia vemos el más antiguo acto de censura y persecución contra la prensa, en éste caso la prensa de Dios. El tirano Joakim manda a quemar el libro de Jeremías dictó a Baruc, y por ellos Dios le hecha una maldición.
Por supuesto que lo aplico a nuestra situación actual. El tirano quiere acallar la verdad, porque es un criminal, la Ley de Dios es un espejo donde ves toda vileza, toda tu fealdad e impureza. El que no puede escucharla está sucio de pies a cabeza.