Cómo es de natural entendimiento, el gasto en propaganda es proporcional al desgaste de un gobierno impopular sin legitimidad, que por sus muchas promesas rotas, escándalos de corrupción, incoherencias entre lo que dice y hace, invierte más en propaganda, spots, cuentas falsas, granjas de bots y publicidad en redes sociales, intentado revertir el daño a su imagen, limpiar, o reprimir las voces críticas o al menos "distraer" la atención pública de sobre los asuntos de interés público y general como: Inseguridad, enfermedad, hambrunas, desempleo y crisis migratoria. Se acepta que quien quiera contrate espacios publicitarios con nosotros, como el Pdt. López Obrador hace para combatir nuestras críticas, pero terminados ésos espacios por el turno que pagaron, es nuestro deber, trabajo y obligación desmentir las falsedades del Gobierno Federal. De lo contrario a eso se llamaría vulgarmente "chayote". No soy chayote, aunque el gobierno pague publicidad a las redes sociales en las cuales trabajo. El presidente es libre que comprar toda la propaganda que quiera, pero en mi programa mando yo, y no le debemos nada.
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