El hombre que no entiende los principios reales que convulsionan al mundo, nunca podrá defender efectivamente su libertad será otro esclavo en la prisión del engaño y la medianía. El comunismo no es más que capitalismo monopólico extremista de Estado, el ultra-capitalismo no es más que el secuestro del poder y la abolición de las libertades por monopolios que después se convierten en carteles internacionales capaces de estrangular gobierno y pisotear los derechos de los pueblos. "Dejar hacer dejar pasar" es el caos de la anarquía. "Lucha de clases y revolución" es el caos del odio social. Nosotros defendemos el bien común, la unión y la paz.
“Si Dios no existe, todo está permitido” Fiodor Dostoyevski (1821-1881), gran escritor ruso, formuló este problema en sus novelas, "Los hermanos Karamazov". donde Iván, el segundo de los hermanos dice la famosa frase.
El hombre moderno, seguro de sí mismo y confiado en su autonomía (anarquía), estimó que la libertad sólo podía considerarse como tal si podía elegir sin ninguna restricción. Sin embargo, ante esta actitud se alzaba un obstáculo particularmente incómodo: Dios. El orden moral que tenía su origen en Dios era visto como una amenaza para la libertad moderna.
Estos pensamientos criminales fueron reafirmados por el pensador judío Baruch Espinoza, quien formuló que el ser humano debía ser como una bestia, y actuar en consecuencia de sus intereses como el más fuerte por encima de todos los demás seres humanos.
Los criminales marxistas predican el egoísmo supremo de la "superioridad moral" de dictar el mundo como debe de vivir, el máximo egoísmo viene del colectivista comunista, lo mismo que del extremo individualismo del Gran Capital Sionista.
Andrés Manuel López Obrador sigue estas satánicas escuelas de pseudofilosofia al decir "solo yo tengo la verdad".
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