En toda América Latina la masonería ha buscado eliminar a la Iglesia Católica, algunas veces lo hizo de manera violenta, persiguiéndola como hizo en México el criminal masón satanista Plútarco Elías Calles, pero otras veces se han conformado con que no figure en nada en la vida pública.
La Iglesia que no tienen voz ni voto, ni influencia moral sobre sus feligreses, es como si no existiera, es la eliminación en los hechos de la vida pública de Dios y su Iglesia.
La lucha cultural es por descristianizar a todos los países de América Latina que permite la hegemonía cultural, entrega el poder al gran capital sionista, a la masonería, al comunismo, y sobre todo la promoción del aborto, etc.
El error de supuestos libertarios como Gloria Álavrez precisamente estriba en ellos, en pretenden hacerle la guerra a la Iglesia, que termina siendo un apoyo a la extrema izquierda anti-identitaria, anti-nacional, anti-tradicional, etc.