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Traición: Se descubre que por 40 años las administraciones anteriores al Presidente Donald Trump, colaboraron y favorecieron al criminal Partido Comunista Chino (PCCh), comentó Tang Jingyuan, Comentarista de Asuntos de China.
Antes del 20 de enero de 2017, los presidentes de Estados Unidos colaboraron el criminal Partido Comunista Chino, al grado de considerarlo un “aliado” le permitieron ganar millones de dólares y comerciar con Occidente libremente.
Desde 1977 hasta 2017, pasando por Jimmy Carter, Gerald Ford (promotor del aborto, por Henry Kissinger, fundador del Club Bilderberg junto con Rockefeller, Memorandum Kissinger); Ronald Reagan (tampoco hizo nada al respecto); George H. W. Bush (nieto de los banqueros de Hitler y colaboradores del comunismo soviético); Bill Clinton degenerado sexual del Partido Demócrata, amante de la criminal Hillary Clinton quien confesó armar al terrorismo islámico; George W. Bush; Barak Obama el que más favoreció al criminal castro-chavismo e incluso era llamado “camarada Obama” por Hugo Chávez que junto con Joe Biden y Bernie Sanders favorecieron la criminal dictadura de la Cuba Castrista.
Sin embargo, el comentarista Tang Jingyuan, olvida que el más fuerte impulso al comunismo fue dado por el criminal de guerra comunista demócrata, Franklin D. Roosevelt, comunista venerado por tiranos como Manuel Andrés López Obrador.
En el libro, Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino, se menciona el apoyo millonario de Roosevelt a los criminales comunistas:
El presidente de los Estados Unidos comunista Franklin D. Roosevelt entregó más de 13 Mil Millones de Dólares en armas a la URSS y a China Comunista, todos recursos robados al contribuyente americano:
(...) Además, la Unión Soviética ayudaría al PCCh a controlar la ciudad nororiental de Xinjiang; ambos socios establecerían una fuerza aérea aliada; los soviéticos contribuirían a equipar 11 divisiones del ejército del PCCh y a transportar un tercio de las armas que habían recibido de los Estados Unidos por un valor de US$ 13 mil millones al noreste de China. (...) p. 17.
El PCCh aprovecho el apoyo diplomático de los Estados Unidos.
Extendió redes de propaganda como los Institutos Confucio, espías, o medios de propaganda comunista como Xinhua, que incluso publica sus calumnias en las pantallas gigantes del Time Square en pleno corazón de Nueva York.
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