Tiffany Dover, a nurse in the Covid-19 unit passes out on live TV after taking vaccine in Chattanooga, Tennessee.
— ~ Marietta (@MDavisbot) December 18, 2020
She is feeling better. 🙏🏻#COVID19 #vaccine #Tennessee
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Tiffany Dover, (30 años) jefa de enfermería del CHI Memorial Hospital de Chattanooga, en Tennessee (EE UU) se desmaya tras ser iny-ectada con la famosa "v4.cuna" de P.fize.r, «Lo siento, me siento algo mareada… Lo siento», antes de caer, esto se suma a otros casos graves pero sin desmayos en otras partes de Estados Unidos y en Reino Unido, donde han habido reacciones alérgicas.
Algunos aseguran que incluso murió, pero de momento públicamente solo se sabe que se desmayó por fuertes malestares.
Si la plandemia comenzó a "publicitarse" a finales de 2019, ¿Cómo es que de pronto le dicen al mundo a la carrera que éste producto ya está probado y es seguro? A la vez que AstraZeneca está exigiendo que no puedan ser demandados por graves efectos secundarios en un periodo de 4 años en adelante, y que en caso de demandas por efectos inesperados perjudiciales para la salud, quien pague las indemizaciones sea el mismo gobierno.
Esto quiere decir, que los efectos secundarios realmente graves pueden aparecer todavía 4 años después de la aplicación. Aunque es inmoral y absurdo tener miedo a morir (algo natural y normal en ciertas condiciones), el perder la salud o la vida por creer ciegamente en soluciones "mágicas" o "milagrosas" elaboradas por hombres, es un pecado grave.
Mientras que enfermar de algo es una posibilidad, más no una realidad, una realidad y sus consecuencias sin retorno, es la fatalidad de inyectarse un producto estandarizado de dudosa calidad, fines y procedencia. La variable del tiempo, no es una variable que se pueda manipular a nuestro antojo, el tiempo, no se puede acelerar, ni relentizar, ni revertir, la gente no sabra que consecuencias tendrá la inyección hasta mucho después.
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Articulo sin los filtros de censura:
Tiffany Dover, (30 años) jefa de enfermería del CHI Memorial Hospital de Chattanooga, en Tennessee (EE UU) se desmaya tras ser inyectada con la famosa "vacuna" de laboratorios Pfizer, «Lo siento, me siento algo mareada… Lo siento», antes de caer, esto se suma a otros casos graves pero sin desmayos en otras partes de Estados Unidos y en Reino Unido, donde han habido reacciones alérgicas, hasta anafilaxis.
Algunos aseguran que incluso murió, pero de momento públicamente solo se sabe que se desmayó por fuertes malestares.
Si la plandemia comenzó a "publicitarse" a finales de 2019, ¿Cómo es que de pronto le dicen al mundo a la carrera que éste producto ya está probado y es seguro? A la vez que AstraZeneca está exigiendo que no puedan ser demandados por graves efectos secundarios en un periodo de 4 años en adelante, y que en caso de demandas por efectos inesperados perjudiciales para la salud, quien pague las indemnizaciones sea el mismo gobierno.
Esto quiere decir, que los efectos secundarios realmente graves pueden aparecer todavía 4 años después de la aplicación. Aunque es inmoral y absurdo tener miedo a morir (algo natural y normal en ciertas condiciones), el perder la salud o la vida por creer ciegamente en soluciones "mágicas" o "milagrosas" elaboradas por hombres, es un pecado grave.
Mientras que enfermar de algo es una posibilidad, más no una realidad, una realidad y sus consecuencias sin retorno, es la fatalidad de inyectarse un producto estandarizado de dudosa calidad, fines y procedencia. La variable del tiempo, no es una variable que se pueda manipular a nuestro antojo, el tiempo, no se puede acelerar, ni ralentizar, ni revertir, la gente no sabrá que consecuencias tendrá la inyección hasta mucho después.
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